Cuando Jesús llegó a aquel lugar, alzando la vista lo vio y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende; porque hoy es necesario que me quede en tu casa. Entonces él descendió aprisa y lo recibió gozoso.
Lucas 19:5-6
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¿Cuál es la historia de mi llamado?
Nos encanta la historia de Zaqueo, ¿no? Él es el hombre pequeño en estatura. Tan pequeño que tuvo que trepar un árbol para ver a Jesús. La “pequeñez”, ya sea en altura como Zaqueo o en edad como Evan de 7 años, claramente no es un problema para escuchar el llamado de Jesús. Pero, amigos, ese es solo el comienzo de la historia …
Zaqueo fue llamado desde su posición en el árbol: “Zaqueo, baja”. Primero fue llamado a la presencia de Jesús y luego a un camino de una vida a otra. Y su tamaño no fue más mencionado, nunca más en la historia. El nuevo camino se convirtió en su historia. Evan dijo: “Para Zaqueo, fue trepar a un árbol para ser visto. Y para mí, enfrentar desafío tras desafío con mis ojos de niña de 7 años, combinado con una ferviente resistencia de mis antepasados que siguen ampliando las dimensiones de mi llamado.”
Ella también fue llamada en su pequeñez, llamada a la presencia de Jesús a una edad temprana. Pero lo que es más importante, fue llamada a un camino que cambió la trayectoria de su vida. Evan ha seguido el camino de ese llamado, a pesar de los obstáculos. Sin embargo, todo el tiempo estuvo segura del camino al que la había llamado Jesús.
Lo pequeño no restringe ni obstaculiza los límites de nuestra vocación. Pero la determinación lo hará.
A menudo pensamos del llamado como algo que Dios simplemente deja caer en nuestro regazo, que nuestro camino se endereza cuando Jesús nos llama. Muy lejos de la realidad. Hay árboles que bloquean nuestra visión, por lo que tenemos que treparlos para encontrar la perspectiva que necesitamos, al igual que Zaqueo. Al igual Evan.
Jesús llamó a Zaqueo no solo a cenar, sino a un nuevo camino en la vida, tal como llamó a Evan de 7 años.
El nos llama, a ti y a mi.
- ¿Qué estas haciendo, como Zaqueo, para acercarte más a Jesús, a pesar de los obstáculos?
- ¿Qué es lo que sabes con certeza acerca del camino al que estás siendo llamado?
- ¿Cuál es un pequeño “paso de bebé” que puedes dar hoy para honrar tu llamado, tal vez algo que sabes como hacer, pero en lo que has sido desobediente?