Entonces él joven respondió: —Si es pecador, no lo sé. Una cosa sé: que, habiendo sido ciego, ahora veo.
Juan 9:25
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El llamado de los jóvenes
Todo el capítulo 9 de Juan relata la curación de un joven que nació ciego. Lea la historia completa: es el encuentro más largo con Jesús que tenemos en los evangelios. Esta única línea de la historia nos ayuda a enfocarnos en un llamado que es importante para el desarrollo de los jóvenes: decir la verdad con valentía y claridad frente a la oposición de los adultos.
Mientras los adultos discuten sobre si Jesús es un pecador o no, el joven se centra en el tema importante: “Aunque era ciego, ahora veo”, y al hacerlo, desenmascara la ceguera de los adultos.
La realidad contradice muchos de los estereotipos negativos de los jóvenes: que son egoístas, no están comprometidos con la verdad, no están interesados en la política o la religión. En honor a la verdad, la juventud nunca ha sido el futuro de la iglesia, siempre ha sido el presente. Y este encuentro con Jesús resalta esa verdad. El ejemplo de la juventud abre nuestros ojos a la realidad que nos rodea y nos desafía a responder con fe a esa realidad: en la escuela, entre amigos, con la familia y en la iglesia.
¿Qué te recordó la historia de este joven sobre tu juventud?
¿Cuáles fueron tus experiencias más significativas cuando eras joven y cómo moldearon quién eres hoy?
De joven, ¿qué necesitabas de los adultos que te rodeaban para vivir de acuerdo con tus llamados? ¿Recibiste lo que anhelabas? ¿Por qué si o por qué no?
¿Qué aspectos de tu juventud se han perdido y necesitas recuperarlos? Explícalo.
Has una pausa en tu vida para preguntar a Jesús: “Cuando consideras mi juventud, ¿qué te hizo deleitarte en mí?” Escucha, responde, luego adora.