No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
Romanos 12:2
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Aprendiendo a amar lo que Dios ama
Me pregunto si alguna vez estaremos listos para amar lo que Dios ama.
Lo que Dios ama siempre nos llama, cada vez más profundamente, a descubrir lo que realmente amamos. Dicho de otra manera, nuestros amores se revelan más plenamente a medida que aceptamos nuestro GRAN AMOR con mayor intensidad…
Conoce bien a Jesús, porque cuanto más lo conozcas, más lo amarás, y cuanto más lo ames, más querrás seguirlo, y cuanto más lo sigas, más te parecerás a él, y cuanto más te parezcas a él, más te convertirás en ti mismo”.
En esencia, aprender a amar lo que Dios ama y dedicar nuestra vida a lo que Dios ama es la totalidad de la vida cristiana. Nuestros llamados son los lugares específicos donde, como dice el poeta Wendell Berry, nos hacemos “un camino para que el amor habite en la tierra”.
Tómate un momento hoy para reflexionar sobre lo que amas en la vida; considera cómo esos amores han aflorado y acentuado mientras has aceptado el amor ilimitado de Dios.
- ¿En que manera, la historia de Jane te hizo pensar acerca de lo que Dios ama?
- ¿Qué podría estar en la lista de las “cosas favoritas” de Dios, que aparecerían también en tu lista? ¿Por qué o por qué no?
- ¿Sueles alimentar las cosas que amas o las dejas morir? Explícalo.
- ¿Qué es algo que has llegado a amar más profundamente a medida que has llegado a amar a Dios más intensamente?